La mañana del siete de septiembre, Rancagua se abrazó al espíritu infantil en una celebración que fue más que juegos y risas; fue un reflejo del compromiso de la comunidad por asegurar un entorno seguro y feliz para el crecimiento de sus pequeños ciudadanos.

Bajo el manto de nubes que cubrió el cielo de Rancagua, el pasado siete de septiembre, la Corporación de Desarrollo Social se vistió de alegría para conmemorar el Día del Niño. En esta fría mañana, alrededor de 25 niños, en compañía de sus padres y tutores, se convirtieron en los protagonistas de un evento que trascendió la simple diversión y resonó en el corazón de la solidaridad comunitaria.
Los programas PRM ACJ Rancagua 1 y PRM ACJ Rancagua 2 se unieron en esta ocasión especial, para orquestar una jornada mágica y conmovedora, que encarnó la comprensión y empatía hacia los miembros más jóvenes de la sociedad.
“Nos invita a reflexionar sobre la importancia de brindarles amor, cuidado y atención a los más pequeños de nuestra sociedad”, destaca sobre el evento, la jefa técnica del PRM ACJ Rancagua 1, Valentina Reyes, subrayando el inquebrantable compromiso de la comunidad rancagüina por asegurar un crecimiento seguro y feliz para sus niños.


En colaboración con figuras destacadas de la comunidad, esta celebración se convirtió en un espacio donde los niños tejieron momentos inolvidables junto a profesionales y sus pares. Actividades lúdicas y recreativas fortalecieron los lazos familiares y consolidaron vínculos entre los más jóvenes y sus seres queridos.
El brillo de esta jornada especial no podría haber sido posible sin la contribución de empresas locales como Happyland y Chaday, además de los generosos trabajadores del Metro de Santiago, conocidos como “Los Padrinos Mágicos”. Juegos, regalos y sorpresas, preparados con esmero, bordaron recuerdos imborrables en los corazones infantiles.
Una madre asistente compartió con la organización de la actividad su gratitud: “Estoy realmente feliz de haber participado en esta actividad junto a mi hija. Ver su sonrisa y la emoción en sus ojos es invaluable. Agradezco a PRM ACJ Rancagua 1 y a todas las personas y empresas que hicieron posible este maravilloso evento”.
La jornada no sólo ofreció diversión, sino que también fue un espacio de aprendizaje y crecimiento integral para los niños. Talleres educativos, dinámicas de integración y actividades deportivas abrieron las puertas al desarrollo, fomentando la creatividad, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo.



“Nos sentimos muy orgullosos de haber podido contribuir a la felicidad de estos niños y sus familias. Sabemos lo importante que es fortalecer los lazos dentro de la comunidad, y esta actividad nos permitió hacerlo de una manera especial”, expresó con entusiasmo uno de los representantes de PRM ACJ Rancagua 1.
En definitiva, la actividad gestada por PRM ACJ Rancagua 1 y PRM ACJ Rancagua 2 fue un éxito, rebasando las fronteras de las expectativas al fortalecer los lazos familiares y comunitarios, alzándose más allá de la mera distracción.
Agradecimientos especiales a Happyland, Padrinos Mágicos, Chaday y a todos aquellos que hicieron posible esta inolvidable jornada. Sigamos celebrando y protegiendo la infancia en cada risa, en cada juego, en cada abrazo. Porque en un mundo que a menudo parece girar vertiginosamente, la lección sencilla pero esencial que brindan estos momentos es que se sigan celebrando y, por supuesto, resguardando la infancia en cada risa, en cada juego, en cada abrazo. Pues son los niños quienes, con sus alegrías, tejen incansablemente el tapiz del porvenir de la sociedad.
