El pasado domingo 31 de marzo, cuatro jóvenes de los programas de la Corporación ACJ, recibieron su certificado que las califica como estilistas profesionales, carrera impartida por la Escuela de Peluqueros y Estilistas de Chile Mario Mezza. La ceremonia, realizada en el centro de eventos del Hotel El Bosque de Manquehue, contó con la presencia de autoridades, docentes y familiares de las jóvenes, quienes compartieron con ellas, el primer paso a una real reinserción social.
Es sabido que la meta no se encuentra al final del camino, por el contrario, está siempre presente a lo largo de nuestro viaje, en cada experiencia, en cada momento vivido, que permanecen imborrables y que son el fruto de nuestra búsqueda para forjar un mejor futuro.
Esta búsqueda es la que llevó a un grupo de jóvenes de la ACJ a iniciar un proceso de capacitación que finalizó el pasado domingo 31 de marzo, en la ceremonia de graduación anual que la Escuela de Peluqueros y Estilistas de Chile Mario Mezza, realizó en el Hotel El Bosque de Manquehue, en la comuna de Las Condes.
El certificado de estilista profesional obtenido por cuatro jóvenes atendidas por la Corporación, fue el resultado del esfuerzo, la motivación y perseverancia de las adolescentes, valores que hoy trascienden y que se conforman en un ejemplo de superación y determinación.

Escuela de Peluqueros y Estilistas de Chile Mario Mezza .
Este curso iniciado el mes de mayo del 2018, fue una de las experiencias de capacitación —emprendidas por la Corporación ACJ—, más desafiantes y enriquecedoras, ya que requirió más de 200 horas de prestaciones y trabajo práctico, sumado a las jornadas teóricas que las y los jóvenes aprovecharon de manera responsable, independiente de los obstáculos propios que las chicas y chicos infractores suelen tener, tales como retraso escolar, marginación social, abusos físicos, sicológicos, entre otros.
Por esta razón, es que se debe destacar el trabajo de acompañamiento realizado por cada uno de los programas corporativos que participaron en el proceso formativo, a los directores, equipos de trabajo y en particular a los delegados responsables, quienes apoyaron en todo momento a las chicas inscritas en esta actividad, resolviendo con prontitud cada una de las necesidades de las jóvenes participantes.

Se suma al éxito de esta experiencia, el trabajo realizado por la unidad de docentes de la escuela, que reúne gente de buena disposición, tolerancia y capacidad de flexibilización, elementos que permitieron mantener la motivación de las jóvenes durante todo proceso educativo.
No hay que dejar de mencionar, la colaboración permanente brindada por don Mario Mezza, quien a través de su escuela, nuevamente mostró su altruismo y su compromiso social por aquellos que más lo necesitan, brindando a los y las jóvenes la oportunidad de adquirir habilidades técnicas y teóricas para asegurar su inserción al sistema laboral formal en una industria que se encuentra en pleno desarrollo.
Finalmente el logro y éxito de las y los jóvenes que participaron de esta capacitación, es una demostración clara que, independientemente de las circunstancias, la reinserción social es posible, y no es la culminación de un proceso es solo, una parte más del camino.
